Llevamos unas semanas disfrutando de la época más placentera del año: el verano. Las altas temperaturas, el sol radiante y la sequedad del ambiente gusta y disgusta a partes iguales. Sin embargo, la mayoría coincidirán en que los mejores recuerdos de su infancia, bueno, de todas las etapas de la vida, se gestan en verano.
Alguno de esos recuerdos son olvidados a lo largo de los años, pero existen señales sensoriales que nos transportan al pasado; texturas y aromas tan agradables como seductores.
A continuación, os mencionaremos algunos de ellos, además de proponeros su maridaje perfecto para disfrutar aún más de los 5 sentidos; por supuesto, con vinos de la Denominación de Origen La Mancha.
Aroma a tierra mojada
El verano no es solo un sol radiante continuo; a veces, las sofocantes temperaturas nos dan un respiro gracias a los chaparrones veraniegos. Un oasis de frescura que muchos ansían y consiguen deleitarnos con su característico olor a tierra mojada.
¿Cómo mejoramos esta agradable sensación? Recomendamos salir al fresco a disfrutar de un buen libro y un syrah de la DO La Mancha. Y es que los tintos también saben muy bien en el verano.
Aroma a romero y tomillo
Otro de los grandes olores del verano los encontramos en los montes, montañas y serranías. ¿Quién no recuerda tardes en bicicleta o paseando por el campo con sus amigos de la infancia?
Los recuerdos son tan absorbentes, que merecen la pena ser rememorados. Ponte en contacto con tus amigos de la niñez y vuélvelos a vivir. Lleva contigo un picoteo con los mejores quesos y embutidos del pueblo y acompáñalos con un garnacha manchego.
Agua fresquita
Con el frío gélido del invierno, ¿cuántas veces no anheláis un buen baño? Ya sea en el río, en la piscina o en cualquier otro lugar, no hay nada mejor como el primer chapuzón del año. ¡Qué sensación más agradable!
¿Y si acompañamos esos buenos momentos con una copa de vino? Sentados o recostados en una tumbona o hamaca mientras nos tomamos un pincho de tortilla de patata (con o sin cebolla) y un buen rosado tradicional de la DO La Mancha. ¿Hay algo mejor?
Los manjares del huerto
¿Has podido disfrutar, alguna vez, de comerte un tomate recién cogido de la huerta? Todo un bocatto di cardinali solo apto para el verano. En su defecto, tampoco es nada menospreciable probarlos poco tiempo después de su recolección.
Y es que no existe comida más célebre en verano que las verduras y hortalizas de temporada. Alimentos muy ligeros que ofrecen numerosas posibilidades gastronómicas. ¿Y si invitamos a nuestros amigos a un buen moje manchego y a una parrillada de verduras? Este plan no defraudará ni a lo más sibaritas; además, si acompañamos el banquete con un sauvignon blanc de la DO La Mancha, te aseguramos que te convertirás en el anfitrión más preciado.