A partir de julio, el Campo de Calatrava se inunda de toneladas de berenjenas, que son cosechadas con sumo cuidado hasta finales de septiembre. Ya en el mes de agosto, los agricultores de esta comarca manchega recolectan casi a diario uno de sus frutos más preciados: la Berenjena de Almagro, una variedad autóctona que da lugar al único encurtido protegido del mundo.
Introducida en la zona durante la ocupación árabe, la berenjena se reproduce año tras año a partir de su propia semilla, la convierte en una variedad vegetal única que también sobrevive en un entorno natural singular dominado por la llanura manchega, de inviernos muy fríos y veranos calurosos.
El método tradicional para la elaboración del encurtido también es único. En primer lugar, la berenjena se somete a una cocción de entre 5 a 20 minutos para conseguir la textura y color deseados. Posteriormente, las berenjenas son fermentadas entre 4 y 15 días en vinagre y se cubren con un aliño especial, elaborado con aceite vegetal, ajo, pimentón, comino y sal, dando lugar al sabor tan característico que conocemos.
Comercializada en conserva y reconocida por una Indicación Geográfica Protegida (IGP), la Berenjena de Almagro da fama a la provincia de Ciudad Real y constituye la tapa perfecta de cualquier aperitivo. Puede tomarse entera o troceada, con pimiento asado o rellena de pasta de pimiento, en cuyo caso se cierra con un palito de hinojo.
No olvides incluir un buen plato de Berenjenas de Almagro en tu menú en cualquier ocasión.