Ingredientes:
Para sujetar el relleno:
Dificultad: sencilla
Comensales: 4
Elaboración:
Empezamos por preparar 500 g de berenjenas de Almagro, que serán entre 10 y 12 unidades. Les cortamos el tallo dejando un par de centímetros y les realizamos una incisión a lo largo de cada una de ellas para que se abran, pero con cuidado de no cortarlas por completo.
Con las berenjenas ya cortadas, procedemos a cocinarlas. Este es un paso necesario previo al encurtido para ablandarlas. Para ello, ponemos a calentar abundante agua con sal y 2 hojas de laurel. Cuando hierva, con cuidado añadimos las berenjenas y las dejamos que cuezan unos minutos hasta que estas adquieran una textura tierna. Podemos comprobarlo pinchando con un cuchillo. Se debe notar que están blanditas, lo que suele ser un indicativo de que están perfectamente cocidas y listas para el siguiente paso.
Una vez cocidas, las escurrimos recuperando el laurel y las dejamos templar. Luego, vamos a rellenarlas. Tomamos 2 pimientos asados en conserva y los cortamos en trozos adecuados para meterlos dentro de cada berenjena. Los vamos poniendo en la incisión que les hicimos previamente y, para asegurarnos de que el relleno permanezca en su lugar, sujetamos atravesando la berenjena con un tallo de hinojo o de orégano. Si no tenéis, podéis usar unos palillos.
Acto seguido, vamos a meterlas en vinagre. En un recipiente vertemos 200 ml de vinagre de vino blanco y añadimos el doble de agua. Condimentamos esta mezcla con las hojas de laurel ya utilizadas, 4 dientes de ajo pelados y cortados por la mitad, 1 cucharadita de orégano seco y, para quienes prefieran un sabor más intenso, ¼ de cucharadita de comino molido. Mezclamos y con cuidado colocamos dentro las berenjenas rellenas. Deben quedar cubiertas.
Finalmente, las tapamos y las dejamos reposar en la nevera. Para permitir que las berenjenas tengan tiempo para absorber bien todos los sabores, es recomendable que las dejemos reposar como mínimo de un día para otro. Pasado ese tiempo, estarán listas para disfrutar.