Los buñuelos de Queso Manchego con Denominación de Origen Protegida son un delicioso bocado crujiente por fuera y suave por dentro, con el sabor inconfundible del queso de esta región. Perfectos como aperitivo o acompañamiento, estos buñuelos destacan por su sencillez y sabor casero. Aquí tienes una receta fácil para prepararlos.
Ingredientes
Elaboración
Preparar la masa:
En un bol grande, batir los dos huevos junto con la leche, la sal y la pimienta hasta que estén bien integrados.
Añadir poco a poco la harina (tamizada) y la levadura en polvo. Mezcla hasta obtener una masa espesa, pero que aún se pueda mover con una cuchara. Si ves que la masa está demasiado líquida, agrega un poco más de harina hasta conseguir la consistencia deseada.
Añadir el queso manchego:
Incorporar el queso a la masa. Mezclar bien para que el queso quede distribuido uniformemente. La masa debe ser pegajosa pero manejable.
Freír los buñuelos:
Calentar abundante aceite de oliva en una sartén grande a fuego medio-alto. La cantidad de aceite debe ser suficiente para que los buñuelos floten mientras se fríen.
Con la ayuda de dos cucharas, formar pequeñas bolas de masa y freirlas en el aceite caliente, cuidando de no sobrecargar la sartén. Freir los buñuelos por tandas, dándoles la vuelta para que se doren por todos lados.
Cuando los buñuelos estén dorados y crujientes por fuera, sacarlos con una espumadera y colocarlos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
Servir los buñuelos calientes, espolvoreados con un poco de perejil fresco picado (si lo deseas) para darles un toque de color y frescura.
Puede acompañarlos con una salsa de tomate casera o simplemente disfrutar de su sabor puro.
¡Disfruta de estos deliciosos buñuelos de queso manchego como aperitivo, acompañamiento o incluso como un bocado para una merienda especial!