Castilla-La Mancha
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Campo y Alma te acompaña para ver las estrellas de Castilla-La Mancha

Si lo tuyo es el observar las estrellas, la Ruta del Vino de La Mancha tiene lugares mágicos para disfrutar de los mejores fuegos artificiales: la lluvia de perseidas.

Porque si hay una velada de verano perfecta, ésta sin duda incluye una botella de buen vino de la Denominación de Origen (DO) La Mancha, un Queso Manchego con Denominación de Origen Protegida (DOP) y un cielo estrellado limpio, inmenso y silencioso.

La escasez de contaminación lumínica, la inmensidad de la llanura y la cantidad de escenarios llenos de historia y ajenos a la masificación hacen de la Ruta del Vino de La Mancha uno de los mejores lugares para los amantes del conocido como ‘stargazing’.

Lluvia de perseidas

Si hay algo que garantiza un cielo estrellado de película es la certificación Starlight y Villarrobledo puede presumir de ella. Puntos de observatorio hay varios, pero si la idea es lanzarse a una auténtica inmersión entre cuerpos celestes, entonces el plan está en Ventas de Alcolea. La oscuridad que se vierte sobre este lugar hace de la experiencia un lugar mágico en el que se pueden ver brillar cúmulos, galaxias y nebulosas.

Ruinas de una ermita envueltas en estrellas

Cualquiera que se haya acercado a El Toboso conoce lo especial de este lugar. Sus calles te cuentan su historia y su gastronomía te transporta a otra época. Sus vinos, a otro lugar.

En este punto de la Ruta del Vino de La Mancha es caer el sol y encenderse millones de luceros que hacen de los alrededores de El Toboso un lugar realmente único. Un poco de queso manchego, unas copas de vino y, sobre el viajero, la inmensidad de un cielo plagado de estrellas y muchos deseos.    

En la oscuridad solo molinos y constelaciones

El Barrio del Albaicín de Campo de Criptana y su Sierra de los Molinos es uno de esos lugares a los que volver una y otra vez. Los molinos de viento atrapan al viajero que, si además busca gastronomía y buen vino, tiene garantía de éxito en esta parada de la Ruta del Vino de La Mancha.    

Si eres un enamorado de los molinos, tienes que verlos bajo una lluvia de estrellas. Las rutas ‘Criptana bajo las estrellas’ son el plan perfecto para ser testigo de los mejores paisajes nocturnos.

Viñedos y humedales bajo las estrellas

En la Cuna del Mayo Manchego, el mejor lugar para disfrutar de las estrellas es el paraje de la ermita de San Isidro, lugar emblemático junto a la laguna de Navalafuente.

Admirar las constelaciones con una buena copa de vino pedroteño, sobre la Laguna del Pueblo o el yacimiento arqueológico del Cerro de las Nieves, de más de 3.000 años de antigüedad y origen de Pedro Muñoz, es la mejor manera de maridar enoturismo y astroturismo.     

La ‘Ciudad de los Bombos’ iluminada de estrellas 

La Ruta de Los Bombos es un paseo entre campos de cereal, viñedos y una vasta llanura en la que dejarse sorprender por la belleza de estas construcciones de piedra seca que llevan dando carácter a esta tierra desde el siglo XV.

Dejar que la noche caiga en medio del silencio e imaginar la soledad de los pastores y cultivadores de vid, que pasaban la noche en estos refugios sin más vigías que los miles de estrellas que le daban luz, es una experiencia que solo se puede vivir en la Ruta del Vino de La Mancha.    

 

El Provencio: rozar el firmamento desde la almena de un castillo

Pocos rincones son tan bucólicos como el Castillo de Santiago de la Torre, en El Provencio. Esta fortaleza del siglo XV, alejada de núcleos urbanos, es un lugar ideal para disfrutar del silencio y la inmensidad del cielo cuando cae la noche sobre La Mancha.

La idea de ver las estrellas rozar el suelo se hace realidad en este punto de la Ruta del Vino de La Mancha.    

Leyendas bajo el cielo de Cervantes

La historia cuenta que, a finales del siglo XII, las tropas cristianas recuperaron el castillo de Peñarroya y encontraron la imagen de la Virgen, patrona de Argamasilla de Alba. Desde entonces, una estrella comenzó a brillar con más fuerza iluminando este paraje. ¿Qué mejor plan que poder encontrarla?

Desde hace siglos, la astronomía y El Quijote van de la mano en este lugar que despertó el interés de Cervantes, quien dedicó varios capítulos a hablar de la magia de las estrellas en la Ruta del Vino de La Mancha.

Acercarse a descubrir los cielos que ocupan lugar en la gran obra del Siglo de Oro, es el mejor plan para una escapada fugaz de verano.