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Características del vino Tempranillo de la DO Manchuela

El vino tinto tempranillo es una joya del mundo de la enología. Un tipo de vino muy popular en España que ha sido elaborado con uvas recogidas más temprano de lo habitual, por lo que tienen un corto periodo de maduración. Esta variedad de uva tinta se llama Tempranillo y es una de las que más se producen en la Denominación de Origen Manchuela.

Los viñedos de esta DO se encuentran entre los valles de los ríos Júcar y Cabriel, en la comarca de La Manchuela. Las condiciones climáticas de esta zona favorecen un vino ecológico y sostenible, incorporando lo mejor de la tradición y la tecnología para elaborar el vino perfecto para el consumidor.

Además, las bodegas se encargan de criar las variedades, que nacen bajo el viento solano y a más de 600 metros de altura, que vigiladas por enólogos expertos terminan formando parte de vinos de un gran sabor que se distribuyen por toda España. 

Hoy vamos a conocer el vino tinto tempranillo y, por supuesto, la variedad de uva con la que se elabora.

Uva Tempranillo

La uva Tempranillo es una de las uvas más importantes para los viticultores de La Manchuela. Sus racimos son grandes y compactos. Las ramas son redondas, de tamaño medio/grande y con la piel gruesa y azulada. Su pulpa es incolora y jugosa y destaca por su equilibrio de azúcares y niveles de acidez.

Esta variedad se caracteriza por un ciclo de maduración más corto: comienza tras las heladas primaverales y finaliza con la vendimia, poco antes de que lleguen las heladas otoñales. Es una variedad fértil y productiva.

En el viñedo, no se lleva muy bien con las temperaturas demasiado elevadas ni con la escasez de agua. Necesita temperaturas frescas para conservar su acidez y calor para potenciar su color, por ello los días calurosos y noches frescas son su mejor clima.

Así es el tinto Tempranillo

La variedad de uva Tempranillo da lugar a vinos de acidez baja con taninos discretos y con un sabor afrutado. Se obtienen vinos suaves y elegantes con personalidad propia. 

El vino tinto tempranillo destaca por su color intenso. Los vinos jóvenes y de crianza son diferentes en muchos aspectos, por lo que los vinos tempranillo más jóvenes muestran tonos violáceos, malvas y azulados, brillantes y llenos de reflejos; mientras que en los vinos con más crianza, los tonos evolucionan hacia naranjas profundos y granates.

Los tempranillos jóvenes de calidad se caracterizan por las notas frutales y florales, pudiendo apreciarse matices de cereza, fresa, ciruela u otros frutos rojos. También pueden recordar a hierbas aromáticas.

En el caso del vino tinto tempranillo con más crianza, además del sabor afrutado, podemos distinguir aromas más complejos como la vainilla, el clavo o el tabaco. Y en algunos casos, podemos percibir matices de café, cacao, chocolate o coco.