¿Qué hay mejor que una generosa cesta de Navidad en estas fechas tan señaladas?
Si se plantea la misma pregunta, pero a nivel local, es complicado que haya algo mejor para un manchego que una cesta navideña cargada de productos manchegos por excelencia.
Historia en cada producto
Desde tiempos ancestrales, Castilla La-Mancha es tierra de cosechas, por lo que en la cesta no puede faltar algún producto de una IGP o DOP. Un Queso Manchego, elaborado con esfuerzo y dedicación, un vino de alguna de sus Denominaciones de Origen, como son la DO La Mancha, la DO Manchuela, la DO Méntrida, la DO Uclés, la DO Mondéjar, la DO Ribera del Júcar, la DO Almansa, la DO Jumilla y la DO Valdepeñas y, por supuesto, los mazapanes, como los de la IGP Mazapán de Toledo. Estos son solo algunos de los productos que podrían adornar la cesta.
Regalar “local”, regalar valor
Y es que, cuando se obsequia con un producto local, un producto artesano o exclusivo de la zona, se regala también la sensación de disfrutar de algo selecto, no al alcance de todo el mundo.
Además, promover los productos locales no es una simple cuestión de identidad, sino también una forma de impulsar la economía manchega. Regalar productos locales es también una forma de agradecerle a Castilla-La Mancha a todo lo que brinda.
Dulce Navidad
La Navidad también es sinónimo de dulzura. Los mazapanes, polvorones y turrones son de inclusión obligatoria. Las recetas manchegas que han pasado de generación en generación son parte de la cultura y tienen su hueco en esta época.
También puede haber sitio para las especias, como el azafrán, de la famosa DOP Azafrán de la Mancha, con el que se podrán elaborar distintos postres.
Salud en cada sorbo
No se puede omitir al protagonista indiscutible de toda mesa, cesta o celebración; el vino. Los vinos de cualquier DO de Castilla La-Mancha son el broche de oro para una cesta llena de tradición, sabor e historia. Ya sea un tempranillo robusto, un verdejo fresco, o un dulce y suave moscatel, hay un vino manchego para cada ocasión.