El Cordero Manchego con Indicación Geográfica Protegida (IGP)—tierno, sabroso y de origen garantizado— se convierte en el protagonista perfecto de un menú de temporada. En esta propuesta, lo llevamos al horno con una mezcla de hierbas aromáticas otoñales, acompañado de hortalizas asadas que realzan su carácter tradicional y su jugosidad natural. Un plato sencillo, elegante y profundamente manchego, ideal para lucirse en comidas familiares o celebraciones especiales.
Ingredientes
Para el cordero
1 pierna o 1/2 paletilla de Cordero IGP (1,2–1,5 kg aprox.)
4–5 dientes de ajo
1 ramita de romero fresco
1 ramita de tomillo
1 hoja de laurel
100 ml de vino blanco
150 ml de caldo de carne o agua
3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
Sal y pimienta al gusto
Para la guarnición de hortalizas
2 patatas medianas
2 zanahorias
1 cebolla grande
1 calabacín pequeño
1 pimiento rojo
Sal, pimienta y AOVE
Una pizca de pimentón dulce (opcional)
Preparación
Cortar las patatas y las zanahorias en rodajas gruesas, cortar la cebolla en gajos, el pimiento en tiras y el calabacín en medias lunas; colocar todo en la base de una bandeja de horno, regar con AOVE, salpimentar y mezclar. Machacar los dientes de ajo y mezclar con el aceite, el romero y el tomillo, untar esta mezcla por toda la pieza de cordero y sazonar generosamente; de manera opcional, dorar ligeramente el cordero en una sartén para intensificar el sabor. Precalentar el horno a 160 ºC, colocar el cordero sobre las hortalizas, añadir el vino y el caldo y hornear durante 1 hora y 45 minutos–2 horas, regando la pieza con su jugo cada 20–30 minutos; para un acabado dorado, subir la temperatura a 200 ºC los últimos 10 minutos. Dejar reposar el cordero 10 minutos antes de cortar y aprovechar el jugo del fondo de la bandeja para servir como salsa.
Presentación
Servir la pieza entera en una fuente de barro o bandeja rústica, acompañar con las hortalizas asadas alrededor, añadir romero fresco para aportar aroma y color y, si se desea un toque más gourmet, incorporar unas gotas de miel o una reducción de vino tinto alrededor del plato.