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El cultivo del melón manchego, una práctica manual

La zona de producción del Melón de La Mancha está situada en la comarca natural Mancha, junto al Alto Guadiana, a más de 600 metros de altitud sobre el nivel del mar, en el sector nororiental de la provincia de Ciudad Real, dentro de la Comunidad Autónoma de Castilla–La Mancha. Comprende los términos municipales de las localidades de Alcázar de San Juan, Arenales de San Gregorio, Argamasilla de Alba, Campo de Criptana, Daimiel, Herencia, Las Labores, Llanos del Caudillo, Manzanares, Membrilla, Puerto Lápice, Socuéllamos, Tomelloso, Valdepeñas y Villarta de San Juan.
 
Preparación del terreno
 
La primera labor se realiza en octubre o noviembre, a una profundidad de 30-40 cm, al objeto de conseguir un buen mullido de las capas inferiores, facilitar la acumulación de reservas de agua y favorecer el posterior desarrollo radicular de las plantas. En el mes de febrero se realiza otra labor superficial de desmenuzado del terreno. Si es necesario, tras esta labor, para triturar aún más el terreno de cultivo, se efectúan labores cruzadas. Es en la última operación de preparación del terreno cuando se incorpora el abono organo-mineral.
 
Una vez dispuesto el terreno, se procede al marqueo de la parcela, práctica que consiste en señalar la distancia de separación entre las filas de plantación, para lo que se utiliza un tractor provisto de regletas. La modalidad de cultivo utilizada mayoritariamente en la zona es el acolchado. En los últimos años, en algunas plantaciones tempranas, se utilizan también mantas térmicas, que se colocan sobre los acolchados. El acolchado consiste en cubrir la franja de las filas de plantación con una película de polietileno transparente de 60-70 galgas de espesor y 90 cm de anchura. Esta práctica aumenta la temperatura del suelo, dando precocidad al cultivo. Disminuye la evaporación de agua, impide la emergencia de malas hierbas, aumenta la concentración de CO2 en el suelo y favorece la calidad final de los frutos. Se usan aproximadamente 80-90 Kg. de plástico para el acolchado de una hectárea.
 
Plantación
 
El sistema utilizado para la implantación del cultivo en el terreno definitivo de asiento es el del trasplante de las plantas con cepellón, previamente desarrolladas en semillero o vivero. El transplante se realiza desde mediados del mes de abril hasta principios de julio, cuando las plántulas tienen al menos la primera hoja verdadera bien desarrollada. La plantación se realiza manualmente, utilizando un apero consistente en una tolva y tubo terminado en punta o pico de pato, por donde caen los plantones al terreno de asiento o tempero, ya acondicionado. Tras el trasplante y de forma inmediata se humedece ligeramente el terreno para asegurar el rápido enraizamiento de las plántulas y evitar el estrés provocado por aquél.
 
En las siguientes semanas al trasplante se mantiene una humedad del terreno apropiada. Esta humedad es determinada por la evapotranspiración media diaria esperada en cada periodo de cultivo. El marco de plantación depende de la variedad utilizada y la época de trasplante. Generalmente, en plantaciones tempranas y medias, la distancia entre filas o líneas es de 1,45- 1,50 metros, con densidades por hectárea de 4.500 plantas. En plantaciones tardías el marco de plantación es de 1,50-2,00 metros, con densidades por hectárea de 3.000 a 4.500 plantas.

Recolección
 
La recolección del Melón de La Mancha se realiza de forma escalonada, dado que su floración es sucesiva y la madurez así lo determina. Aunque los elementos que ayudan a determinar el momento óptimo de corte dependen de la variedad, pueden señalarse de forma general la coloración, el grado de desecación o marchitez del pedúnculo del fruto, la elasticidad de los tejidos situados en la parte inferior del melón, el marchitamiento de la 1ª hoja situada por encima del melón, fruto pesado, macizo, sin huecos, el sonido macizo, tenso, grave, y el amarillamiento de la cama.
 
La cosecha del Melón de La Mancha comienza con la corta, que se realiza manualmente. Los frutos se depositan a lo largo de las hileras, para ser posteriormente cargados en remolque. La frecuencia de recolección varía de dos a tres veces por semana, con tiempo cálido, a una vez por semana cuando el tiempo es más frío. La recolección se inicia a mediados de julio y finaliza en octubre, obteniéndose producciones medias, según época de plantación y variedad, de 25.000 a 50.000 Kg./ha. Los frutos son cargados en box-palet o en remolques acondicionados para que no se produzcan lesiones en las piezas durante su transporte hasta su descarga en las instalaciones de destino.
 
El etiquetado de los melones incluirá, la mención Indicación Geográfica Protegida (o I.G.P.) Melón de La Mancha y, opcionalmente, la marca de conformidad de la entidad de certificación de producto perteneciente a la estructura de control.