Las ovejas manchegas son las reinas indiscutibles de los prados de esta región, pero tal vez todavía haya quien no conozca a esta importante raza. Por eso, vamos a descubrir algunos datos curiosos que despierten el interés por conocer un poco más sobre su origen y los productos que pueden elaborarse gracias a ellas. Un ejemplo es el delicioso queso manchego, que cuenta con una Denominación de Origen Protegida.
1. La oveja de raza manchega toma su nombre, como no podía ser de otra manera, de la región de La Mancha. Pese a lo que mucha gente piensa, el territorio de La Mancha no coincide completamente con la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha, sino que comprende gran parte de las provincias de Toledo, Ciudad Real, Albacete y Cuenca.
2. La leche de oveja tiene un sabor fuerte, más fuerte que al que estamos acostumbrados de la leche de vaca, pero a su vez es mucho más digestiva. Aporta nutrientes, calcio, proteínas y grasas y es muy rica en hierro. La mayor parte de la producción de leche de esta raza se destina a la producción de queso manchego.
3. Dentro de la raza de oveja manchega, hay dos variedades: blanca y negra. Aunque, más allá del color, no hay ninguna diferencia entre ellas. La variedad negra está calificada como Raza Autóctona en Peligro de Extinción en el Catálogo Oficial de Razas de Ganado de España.
4. De la oveja manchega procede el excelente cordero manchego, que se agrupa bajo una Indicación Geográfica Protegida.
5. El queso manchego, que cuenta con una Denominación de Origen Protegida, se elabora, exclusivamente, con leche de oveja manchega, que puede ser cruda o pasteurizada. Si ha sido elaborado con leche cruda, aparecerá la palabra «artesano» en la etiqueta comercial.