En una época en la que las prisas marcan el ritmo del consumo, Castilla-La Mancha apuesta por detener el tiempo a través de sus sabores más puros. Bajo el distintivo Campo y Alma, la región protege y promociona una colección de dulces tradicionales que no solo alimentan, sino que cuentan historias: historias de colmenares centenarios y hornos familiares en paisajes que aún huelen a campo abierto.
Este sello de calidad —que agrupa Denominaciones de Origen e Indicaciones Geográficas Protegidas— garantiza al consumidor que cada dulce procede de materias primas locales y de procesos artesanales cuidados hasta el extremo. Y es precisamente este mimo lo que convierte estos productos en protagonistas ideales de meriendas y sobremesas con carácter.
La Miel de La Alcarria con DOP: oro líquido con denominación
En las laderas de Guadalajara y Cuenca se produce una de las mieles más prestigiosas del país: la Miel de La Alcarria (DOP). Su aroma floral y su textura sedosa se deben a la abundancia de espliego y romero, plantas que impregnan al producto de un carácter irrepetible.
Los apicultores insisten en que su trabajo es un diálogo constante con la naturaleza: “Se puede intervenir muy poco; es ella quien marca los tiempos”, repiten.
La miel es uno de los dulces más versátiles del sello Campo y Alma, capaz de elevar tanto una simple tostada como un postre de alta cocina.
Mazapán de Toledo y Pan de Cruz con IGP: la herencia que se amasa
Las tahonas y obradores de la región siguen elaborando mazapán con técnicas que apenas han variado en generaciones. La base es siempre la misma: almendra de la mejor calidad, azúcar y paciencia.
En algunos conventos, las religiosas continúan trabajando estas recetas como una forma de mantener vivos sabores que han acompañado bautizos, bodas y reuniones familiares durante siglos.
El Pan de Cruz, por su parte, sigue horneándose con mimo en muchos hornos tradicionales, como símbolo de una panadería sencilla, honesta y ligada al territorio.
Ideas de meriendas con identidad
Tostada de Queso Manchego con DOP y Miel de La Alcarria con IGP
Un bocado sencillo pero lleno de matices aromáticos. La miel realza el sabor lácteo sin ocultarlo.
Yogur con Mazapán de Toledo con IGP y frutos secos
Una forma ligera de disfrutar del mazapán fuera de la Navidad.
Pan de Cruz con IGP con tomate rallado y Aceite de Oliva de los Montes de Toledo con DOP
Una merienda humilde y perfecta: la miga firme del Pan de Cruz absorbe el aceite sin romperse, mientras el tomate aporta frescor. Ideal para cualquier época del año.
Sobremesas que se quedan en la memoria
Flan casero endulzado con miel
Sustituir el caramelo tradicional por Miel de La Alcarria con DOP aporta un toque floral y natural.
Torrijas con baño de Miel de la Alcarria con DOP templada
El perfume del espliego aporta un carácter especial al dulce más popular de la cocina española.
Tarta fría de Mazapán de Toledo con IGP y chocolate
Un postre goloso que combina tradición y modernidad.
Detrás de cada dulce Campo y Alma hay familias, artesanos y productores que entienden la gastronomía como un patrimonio cultural. No se trata solo de conservar recetas; se trata de conservar identidad.