La Nuez de Nerpio proviene, en su mayoría, de nogales centenarios de una variedad autóctona cultivados en el entorno del municipio de Nerpio, en la cuenca del valle del Taibilla, en la Sierra del Segura.
En concreto, Nerpio es un municipio de la comarca de la Sierra del Segura, está ubicado justo al sur de Albacete, rodeado por las provincias de Murcia, Jaén y Granada. Sus impresionantes paisajes los definen la Sierra de Cabras y el río Taibilla, tiene un conjunto de abrigos que albergan pinturas rupestres patrimonio de la humanidad, casi todo su territorio es Zona de Especial Protección Para las Aves (ZEPA). sus cielos son (astronómicamente hablando) puros y limpios y sus campos están plagados de nogueras centenarias (que es de lo que hemos venido a hablar).
Las nueces son un importante sustento de la economía de muchas familias de Nerpio. Las nogueras se cultivan y cuidan desde hace cientos de años siguiendo un proceso artesanal. La recolección se realiza a mano, se dejan secar al aire y se parten artesanalmente.
¿Qué las hacen tan especiales? Principalmente sus propiedades organolépticas y nutricionales: la nuez de Nerpio tiene muchísimos antioxidantes (es muy rica en polifenoles) frente a otro tipo de nueces de países terceros, de ahí su sabor un tanto amargo y astringente, que se debe a la gran cantidad de taninos. Pero sobre todo, estas nueces son un excelente producto nacional y de proximidad que todos debemos conocer para así apreciar, cuidar y fomentar su consumo. Es la única manera de conservar y animar la economía en zonas rurales y a la vez preservar y promover el crecimiento de este tipo de tesoros gastronómicos.