Exquisita, con una sutileza y aroma extraordinario que recuerda al origen floral del que proviene, de aspecto cremoso y suave al paladar, la miel de la comarca de La Alcarria en Guadalajara, protegida por la Denominación de Origen desde 1992, es protagonista de la gastronomía de estas tierras y uno de los mejores embajadores de los alimentos de Castilla-La Mancha.
Disfrutar de este delicioso néctar, de sus propiedades terapéuticas y alimenticias nos permite descubrir rincones cargados de historia y naturaleza. Es el caso de la localidad de Peñalver, donde se sigue desarrollando, con renovado impulso en los últimos años, la ancestral actividad de la apicultura.
Primera parada. Peñalver, Guadalajara
En esta localidad tiene lugar el 3 de febrero la ‘Botarga de San Blas’, declarada de Interés Turístico Provincial. De su antiguo castillo solo quedan restos de muros igual que de las murallas. Delante de lo que fue su puerta norte hay un rollo de 1540 toscano y restos de casas colindantes.
Segunda parada. Museo de la Miel de La Alcarria
Miel y Alcarria son casi sinónimos. Y es que la comarca natural de La Alcarria produce una miel exquisita que recuerda a plantas aromáticas silvestres. Tanto es así, que la miel de esta zona lleva el símbolo de la Denominación de Origen Protegida Miel de La Alcarria
Durante la visita a este museo, podrá conocer de cerca la actividad documentada de trabajos apícolas en la comarca desde el siglo XVII, además de ver enjambres y colmenas.
Tercera Parada. Iglesia de Santa Eulalia de Mérida
Construida en el primer tercio del siglo XVI, guarda una amplia muestra de elementos decorativos platerescos y otros alusivos a Santiago Apóstol en su portada de mediodía, que contrasta con la sencilla decoración de su otra entrada en el lado del Evangelio. Dentro se puede admirar una de sus joyas, un retablo con tablas que representan distintos ciclos de la Pasión e Infancia de Cristo y una pila bautismal románica del siglo XIV.