Volver a casa por Navidad es un clásico. Hacerlo con un Queso Manchego puede ser la mejor sorpresa con la que toda la familia disfrute compartiendo buenos momentos en torno a un plato de queso. Es muy común que el día de Navidad y de Año Nuevo, más de un plato de queso presida la mesa donde se reúne toda la familia. Si cada año buscamos el mejor turrón para endulzarnos estos días tan emotivos, ¿por qué no tener también el auténtico Queso Manchego en casa?
Aprovechando sus diferentes curaciones, preparar una tabla de Queso Manchego puede ser la mejor opción para aprovechar los distintos sabores -desde los más suaves hasta los más intensos-. Una propuesta de lo más original y con la calidad de un producto que cuida con mimo y detalle cada proceso de su elaboración.
Si eres de los que te gusta tener todo preparado para esas fechas, ve anotando estas recomendaciones para preparar la tabla de quesos manchegos perfecta. No te vamos a pedir que seas un maestro quesero experto en la materia porque con estos fáciles consejos podrás preparar una exquisita tabla con los mejores quesos manchegos.
Queso Manchego Semicurado
Preparar la tabla de quesos perfecta tiene una particular metodología. Para que los sabores vayan en consonancia siempre Intentaremos ir de los más suaves a los más fuertes. Como dato curioso, es fundamental que la presentación de los quesos en la tabla se coloque en el sentido de las agujas del reloj. A las 12 se colocará el queso en el que predomine un sabor más suave y a las 11, el que sea más intenso.
Empieza abriendo boca con un queso semicurado, el más suave de las 3 únicas variedades del Queso Manchego. Su maduración, inferior a seis meses, le aporta un aroma láctico donde cada porción contiene un sabor a heno, hierba y fruta. Es un queso ideal para toda la familia por su textura cremosa y su sabor tradicional.
Queso Manchego Curado
Después nos trasladaríamos a los sabores algo más fuertes y que más gustan a los incondicionales del sabor de toda la vida. Tanto el sabor del curado como el olor es pronunciado y con un suave gusto a caramelo y frutos secos. De las tres variedades únicas del Manchego es uno de los quesos más fuertes.
Queso Manchego Viejo
El sabor del queso viejo perdura más en boca por lo que es recomendable dejarlo para el final de la cata. Los quesos viejos deben tener una maduración de más de 9 meses que influya tanto en su aroma como el sabor extra fuerte que les caracteriza. Cabe destacar que su textura es algo más seca que en el curado y en el semicurado.
Para preparar una tabla de queso es importante también saber cómo cortarlo y colocarlo en ella para que la presentación sea bonita. Además, conservarlo en el lugar indicado para que no pierda ninguna de sus propiedades es un punto clave a la hora de comerlo y, sobre todo, en el caso de que sobre algo de queso y queramos guardarlo.
Acompañar la tabla de frutos secos, mermeladas y confituras y maridarlo con la bebida que mejor acompaña al sabor del Manchego es un acierto. Claro que, tratándose de uno de los productos manchegos por excelencia, acompañarlo de unas aceitunas u olivas y de unas rebanadas de pan rústico de la zona como por ejemplo Pan de Cruz de Ciudad Real ya es la combinación perfecta.
Si te quedaba alguna duda sobre a qué sabe la Navidad, con estas recomendaciones podemos decir que sabe un poquito a Queso Manchego. ¡Procura que no falte en tu mesa el mejor, el auténtico Queso Manchego!