Las caracterizaciones morfológica y genética confirman el hecho sobradamente conocido de que las berenjenas de encurtido españolas (incluyendo a la berenjena de Almagro y a otras berenjenas de otras regiones) son claramente distintas a las berenjenas de consumo en fresco, tanto en las características de la planta (por ejemplo, inflorescencias e infrutescencias más numerosas en las berenjenas de encurtido), como en las del fruto (tamaño, forma, cobertura del cáliz, etc.).
Por otra parte, a nivel molecular, las berenjenas de encurtido españolas se encuentran claramente separadas de las berenjenas de consumo en fresco, lo cual indica que presentan un fondo genético distinto y diferenciado de las otras variedades.
Por lo que respecta a las relaciones de la berenjena de Almagro con otras berenjenas de encurtido, los análisis a nivel morfológico y molecular muestran que todas estas variedades están estrechamente emparentadas y probablemente procedan de un origen común, de forma que han ido divergiendo a lo largo de los años. No obstante, existen ciertas peculiaridades a nivel morfológico, bien conocidas por los agricultores, y que se pueden detectar a partir de caracteres definidos objetivamente que permiten distinguirla de otras berenjenas de encurtido.
Asimismo, los marcadores de tipo SSR, muy adecuados para distinguir entre variedades estrechamente relacionadas, distinguen claramente en dos ramas totalmente separadas a los materiales de berenjena de Almagro de otras variedades de encurtido españolas, lo cual confirma la diferenciación e integridad genética de la berenjena de Almagro.