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Seis platos para seis vinos en un romance manchego de otoño

Tras el caluroso verano y su dieta a base de platos frescos y ligeros para combatir las altas temperaturas, se presenta el otoño con lluvias y viento como protagonistas.

Aun así, el otoño posee sus propios aromas y sabores dispuestos en la mesa. El devenir de las estaciones determina los productos disponibles, así como las recetas para elaborar en casa. El uso de chaquetas y abrigos nos augura la llegada del frío y para combatirlo el mejor remedio son los platos de cuchara como los cocidos, guisos, sopas etc.

La estación otoñal es sinónimo de caza, setas y hongos, verduras y hortalizas, etc. Ricos alimentos en proteína cocinados como reconstituyentes para disfrutar después de una dura jornada de trabajo. La bajada de las temperaturas despierta nuestro espíritu hogareño y con el las ganas de recuperar las recetas calientes. Y que mejor para maridar las recetas otoñales que unos vinos blancos y tintos bajo el sello Denominación de Origen La Mancha.

Un vino joven de La Mancha con setas de otoño

Comenzamos nuestras recetas con las setas, un alimento muy versátil que se puede incorporar en varias recetas o incluso cocinarse solo con especias. Un producto que, aunque se puede encontrar durante todo el año, los meses de otoño son los ideales para recoger setas del campo para llevarlas a la sartén. Si queremos maridarlas con un buen vino, lo más recomendable es un vino blanco Joven como el Chardonnay o el Sauvignon Blanc.

Los vinos jóvenes se obtienen en la misma campaña vitivinícola en la que se etiquetan y han de consumirse en un periodo no superior a nueve meses desde su elaboración para aprovechar todo su potencial aromático. Se aconseja una temperatura de servicio de 6-8º C en blancos y rosados y de 10-12º C en tintos.

Setas, producto estrella de la temporada otoñal

Los vinos jóvenes se obtienen en la misma campaña vitivinícola en la que se etiquetan y han de consumirse en un periodo no superior a nueve meses desde su elaboración para aprovechar todo su potencial aromático.

Se aconseja una temperatura de servicio de 6-8º C en blancos y rosados y de 10-12º C en tintos.

Ambas variedades se han adaptado muy bien al terruño manchego aportando una versión de toques más tropicales en sus aromas.

Vinos de La Mancha con DOP y calabaza

La calabaza es un ingrediente que en los últimos años se incorpora cada vez más a las recetas invernales debido a su carácter saludable. Se puede usar tanto en cremas o en risotto. Para potenciar su sabor el mejor vino es un Tradicional, que se encuentra en equilibrio entre los vinos jóvenes y los de crianza.

Crema de calabaza, producto de huerta otoñal

Los vinos que ostentan la tirilla Tradicional se elaboran con el sistema tradicional reforzado con los últimos avances tecnológicos. Guardan un punto de distancia y equilibrio entre los vinos jóvenes y los de crianza y su vida natural es comparable a la de cualquier otro vino de crianza.

Lentejas en otoño

Un buen reconstituyente es la receta de lentejas. Si queremos recuperar la energía y el calor de nuestro cuerpo debido al frío, las lentejas es uno de los mejores remedios gracias a su carácter nutritivo. De fácil elaboración, son dignas de cualquier comensal.

De sabor intenso, las lentejas se pueden maridar con un vino Crianza, el cual se caracteriza por tener dos años de envejecimiento natural, de los cuales 6 meses son en barrica de roble. Su temperatura de servicio es de 15 a 18º C.

Vinos de La Mancha y Cordero

En nuestra lista de sabores otoñales no podía faltar un producto estrella de nuestra región como lo es el cordero con DO manchega. Una carne sabrosa que en recetas como la caldereta de cordero son ideales para disfrutar en familia mientras te tomas un Reserva o un Gran Reserva. Vinos con mucho cuerpo para un cordero con fuerte sabor a carne.

Los vinos de Reserva se caracterizan por tres años de envejecimiento natural, de los cuales al menos 12 meses deberán ser en barrica de roble y el resto en botella, mientras que los vinos Gran Reserva cuentan con cinco años de envejecimiento natural, de los cuales al menos 18 meses en barrica de roble y el resto en botella. En ambos casos, la temperatura de servicio recomendada es de 15-18º C.

Cordero Manchego con IGP, plato indispensable en la cocina manchega

Armoniza con gran variedad de opciones, como Cabernet Sauvignon, Merlot, Syrah, Petit Verdot, Cencibel o Garnacha, por ejemplo.

Variedades casi todas ellas, de nueva implantación, que ya sea ensambladas o su versión monovarietal han enriquecido el universo de los tintos DO La Mancha.

El cocido madrileño es otro invitado otoñal muy apetecible

El cocido suele servirse en tres vuelcos, separando los ingredientes en tres vuelcos: el caldo, los garbanzos acompañados de las verduras y para terminar las carnes o viandas.

En la actualidad los vuelcos suelen ser dos: primero una sopa de fideos y después los garbanzos, verduras y carnes. Recomendamos acompañarlo de un tinto, sin demasiada crianza, de leve paso en roble, un vino joven por ejemplo a servir entre 10-12º C en tintos.

Castañas de otoño y vino

Para terminar un postre dulce a base de castañas, un producto gourmet de temporada que puede declinarse en infinidad de opciones como flanes, mousses, brownies, soufflés o la tradicional crema de castañas, ideal para acompañar tartas de queso o yogures por ejemplo.

Para los más golosos, está la opción del postre de castañas

La opción de un espumoso (semiseco) elaborado con el método tradicional terminará por redondear una fría sobremesa otoñal.