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Tomar Miel de La Alcarria con DOP en invierno mejora tu salud

La miel siempre es una constante en la historia del ser humano, utilizada por diferentes civilizaciones y pueblos debido a su valor nutritivo. También es un alimento que, desde la antigüedad, se ha utilizado con fines medicinales por sus numerosos beneficios para la salud. Especialmente, por su alto contenido en vitamina B6, que contribuye al funcionamiento normal del sistema inmunitario. Por ello, es tan típico aquel remedio casero para curar el catarro; el vaso de leche con miel.

Sin embargo, en la comarca natural de La Alcarria se cultiva una miel diferente de cualquiera. Tanto es así, que la apicultura representa una gran parte de la gastronomía en Castilla- La Mancha.

No sólo es diferente por sus orígenes, los cuales se remontan a una zona con cualidades óptimas para su fabricación. Entre sus propiedades, también para la salud, hay bastantes que son reseñables.

La miel con DOP Miel de La Alcarria no sólo es un edulcorante natural, también es un producto vivo, cuyo consumo puede ser beneficioso para la salud de toda la familia, puesto que suma a sus propiedades generales las de las plantas medicinales con las que se fabrica.

La Miel Monofloral de La Alcarria es energizante. Puede ser un perfecto sustituto del azúcar. Su poder energizante puede compararse al de bebidas isotónicas, ya que se trata de glucosa de rápida absorción para los músculos y células.

Además, ayuda a mejorar el estado de ánimo y la calidad del sueño. Contiene, entre otros nutrientes, proteínas y aminoácidos esenciales como el triptófano, encargado de la secreción de la melatonina. La melatonina, más conocida como la “hormona del sueño” ayuda a controlar el insomnio, el estrés y los estados de ansiedad.

Se dice, también, que la miel de esta DOP es un conservante y antioxidante natural. Ejemplo de ello es una anécdota que habla de que en las pirámides se encontró miel del periodo faraónico en perfecto estado, sin ningún tratamiento. Ello, unido al peróxido de hidrógeno que el néctar floral genera naturalmente, la convierten en un potente cicatrizante.

La aplicación tópica de la miel también puede ayudarnos en el tratamiento de trastornos bacterianos de la piel -como el acné- o a combatir el envejecimiento cutáneo.

Además de glucosa, la miel contiene numerosas vitaminas (A, E, B1, B2 y C) y enzimas que nutren las células, incluyendo las del sistema inmunológico. Este aporte extra, se torna esencial en la “fabricación” de macrófagos, encargados de eliminar bacterias externas de  nuestro organismo.

Por último, a estos beneficios hay que sumarles aquellos de las plantas aromáticas, como el espliego (la lavanda) y el romero, a partir de las cuales se obtiene la miel.